¿Por qué el internet de las cosas cambiará nuestras vidas?

El internet de las cosas no es un nuevo internet, es el mismo internet que conocemos, pero evolucionado a un nivel superior, es más bien un escenario en el que usaremos internet de forma masiva desde un nuevo prisma que cambiará rotundamente nuestro estilo de vida, la manera de hacer negocios, los hábitos de comunicación y de compra, nuestra forma de vivir y de entender el mundo será radicalmente diferente a lo que conocemos. Nos espera un mundo de sensores, chips y metadatos en un volumen monstruoso.

El nuevo escenario que nos espera

El próximo gran negocio que viene es el internet de las cosas.

Una web de investigación, Business Insider, ha publicado un informe recopilando otros estudios de inteligencia de grandes empresas como Cisco o Global McKinsey, y lo que viene a decir este informe es que el internet de las cosas va a ser una revolución que no va  atener parangón en la historia de la humanidad, va a tener un impacto mucho más potente a efectos económicos en nuestras vidas que la Revolución Industrial, donde el valor económico en los mercados se va a disparar, es decir, que nos viene una burbuja económica de las que hasta el momento no hemos conocido, -por mucho que el sector financiero-inmobiliario quiera apoderarse de ese dudoso mérito-.

Para que te hagas una idea en la actualidad existen unos 1.900 millones de dispositivos conectados a internet, smartphones, tablets, pc.., bueno, pues en 2018, estaremos en 9.000 millones. Esto nos demuestra que hasta ahora no hemos hecho más que asomarnos en internet, nos hemos conectado para leer, comunicar, descargas archivos, documentos, socializar, pero la gran revolución de la que hablo es que internet no sólo va a comunicar personas, internet camina a un futuro muy próximo en el que todas las cosas estarán comunicadas entre sí y entre nosotros, es decir la lavadora se conectará con el supermercado, el supermercado con el fontanero y este con la empresa de suministros de piezas… o el peaje de autopistas cobrará a los automóviles el paso por taquilla de forma automática.

Algunas empresas actuales como Amazon y están jugando ya con esta posibilidad lanzando Amazon Dash con el que nuestros frigoríficos nunca más estarán vacíos.

Machina Research, una empresa que ha estado investigando las comunicaciones actuales, calcula que se va a facturar por el tráfico de este tipo de información unos 100.000 millones de dolares en el año 2020 solamente por el desarrollo de las aplicaciones para que se adapten a estos nuevos usos.

¿Que puede significar esto?

Se traducirá en otro concepto de ventas que dejará obsoletas a las tarifas planas o los contratos de prestación de servicios, es decir, que sólo pagaremos por lo que utilicemos.

Cuando aparquemos nos cobrarán por segundos, cuando pasemos por una carretera nos cobrarán por ello inmediatamente, cuando tiremos la bolsita de basura al contenedor pagaremos según el peso, los seguros de automóviles reconvertirán sus productos y sólo te podrán cobrar cuando estés utilizando el automóvil, no pagarás cuando lo tengas en garaje. Redes energéticas inteligentes, que ya se están utilizando…

En el 2025 se calcula -según Global McKinsey– que conseguiremos ahorrar cerca de 200.000 millones de dolares en todo el mundo, porque si utilizamos la energía de forma eficiente cuando esta es más barata, podremos mover nuestro consumo a distintas horas del día dependiendo de cuando se producen las fluctuaciones de valor.

Un punto que a mí me parece una pasada es que hoy día las factorías y las fábricas trabajan para vender lo que producen pero, ¿y si pudiésemos fabricar en función de la información que dispongamos a tiempo real?, ¿y si pudiésemos fabricar en función de lo que en ese día se demande? ese gran problema de ajustar la oferta a la demanda y que a tantas empresas les cuesta el cierre, se automotizará de inmediato. Es decir, se podrá fabricar bajo pedido a tiempo real.

 

El internet de las cosas te abrirá mátrix: la pastilla azul

Inmediatez

La rápidez con la que podremos realizar gestiones, que hoy no imaginas sin colas. La conectividad constante te permitirá realizar la compra en función de la anterior, desde cualquier punto del mundo y algunas ya las tendrás automatizadas sin necesidad de preocuparte de ello

Servicios más económicos y tarifación mas justa

Ya podremos pagar sólo por lo que consumimos y por lo que queremos en cada momento, de la misma forma que la luz y el agua te la cobran sólo cuanto le das al interruptor, las compañías de seguros te cobrarán tu cuota sólo cuando tu coche esté en uso, no por una tarifa plana. Incluso podremos ajustar los impuestos que pagamos al erario público en función del uso que hagamos de los servicios que nos ofrecen.

Nuevas posibilidades de negocio

Ante este nuevo escenario se abrirán nuevas posibilidades de negocio que ahora sencillamente no existen, primero porque aún no tenemos la necesidad de ellas, segundo porque nos falta infraestructura de conexión necesaria para operar con un ancho de banda global. En cuanto dispongamos de ello empresas de seguridad informática, empresas de gestión de identidad digital, desarrollos tecnológicos de herramientas apropiadas para conectar todos los dispositivos, nuevos nichos de mercado que ahora ni nos preocupan -como puedan ser la biotecnología-, o empresas de encriptación para desarrollar pasarelas de pago inmediato… Todo apunta a que de la mismos forma que hoy todo el mundo sabe utilizar un ordenador, dentro de unos años, nuestros conocimientos tecnológicos serán más avanzados y en universidades las materias científicas tendrán mucho más peso, incluso en las escuelas se impartirán conocimientos de programación para los peques.

Adiós al robo

O al menos adiós al robo tal como lo conocemos en la actualidad, ¿quién iba a plantearse robar un bolso si automáticamente podemos detectar dónde se encuentran todos nuestros objetos? o algo más serio como un coche, estos objetos serían identificados en todo momento y localizados de inmediato. Si que es cierto que aparecerían nuevas formas de delitos y de robos, todos ellos digitales o de identidad tipo phising, pues ya sabemos que el mal nunca descansa.

¡A Dios pongo por testigo que jamás volveré a pasar hambre!

Bueno esto no es tan así, pero me molaba poner la frase de Escarata O´Hara. En realidad el internet de las cosas no va a salvar de la hambruna al mundo, pero sí evitará que tu nevera se quede sin leche o fruta porque se te olvidó en tu última compra. La nevera te avisará de la falta de productos e incluso hará el pedido a tu establecimiento de confianza.

Dispondrás de más tiempo disponible para ti mismo

Uno de los grandes beneficios que encuentro en el internet de las cosas es que nos evitará gestiones y acciones totalmente improductivas, que nos absorben muchísimo tiempo colas, gestiones administrativas, cuellos de botella en el tráfico y ese tiempo que nos ahorramos lo podremos dedicar a ocio o a trabajar.

Ventas con un nivel de segmentación al cliente absolutamente personalizado

Si todo está digitalizado el acceso a la información será total, las empresas acabarán con el estudio de mercado y comenzarán a realizar estudio de cliente. Te venderán a ti y te fabricarán a ti, a tu gusto y bajo pedido, esto nos llevará a un libre mercado «libre de verdad», pues si todos los ofertantes tienen acceso a la misma tecnología también todos tendrán la misma oportunidad de competir ante -y ahora en la más amplia expresión de la palabra- el consumidor final.

 

El precio de la evolución tecnológica: la pastilla roja

El acceso a financiación será mas restringido

Pues todo estará basado en lo digital, las entidades bancarias huyen del riesgo y la incertidumbre y en lo intangible como los negocios digitales, hay mucho riesgo y mucha competencia. Veremos si los bancos también reconvierten su modelo de negocio y son capaces a adaptarse a esta nueva red de mercados digitales.

Habrá una gran cantidad de servicios nuevos por los que pagar

Pagaremos por servicios y prestaciones que hoy día nos resultan gratuitos o no nos están cobrando porque sencillamente se hacen imposibles de tarifar en la actualidad.

Perdida total de privacidad y libertad

A no ser que se consensúe mundialmente una regulación en este aspecto -y la historia nos ha demostrado que somos muy malos en esto- no va a existir el límite entre la vida privada y la digital. La libertad tal y como la conocemos hoy día desaparecerá, nos acercamos al control absoluto de todo y de todos, seremos muy dependientes de los dispositivos tecnológicos, mucho más de lo que somos en la actualidad.

Destrucción masiva de puestos de trabajo

Evidentemente con este tsunami tecnológico que se nos avecina habrá un montón de profesiones que desaparecerán, los puestos de trabajos que se basan en dispensar productos tienen los días contados, aunque también es cierto que aparecerán muchos otros que hoy día ni existen, sí que es cierto que estos nuevos puestos requerirán de alta cualificación y especialización en I+D. Por otro lado el mercado laboral cambiará tal y como lo conocemos, los contratos podrán llegar a tener una duración de un solo día, en función de cómo se comporte en ese momento la demanda de trabajo en cada sector.

Grandes fluctuaciones de valor

Ocurrirá como en bolsa, los mercados serán mucho más volátiles, ya que los consumidores decidiremos comprar o no en función de como esté comportándose la demanda hasta incluso en la compra del Cola-Cao, de tal modo que por la mañana podrá tener un precio y por la tarde otro muy distinto.

Seremos más vagos y quizá seremos más obesos de lo que ya somos

Todos estos nuevos hábitos favorecerán el sedentarismo pues cada vez nos volveremos más perezosos al existir un ordenador o un robot que pueda hacer cualquier cosa por ti, más si se trata de realizar un esfuerzo físico.

 

FI-Ware un proyecto que ya piensa en el internet de las cosas

Tenemos tan cerca esta gran revolución que ya se están poniendo en marcha proyectos pensando en ello. Una plataforma pública cuyo único objetivo es impulsar el internet de las cosas y que esta tecnología sea accesible para todos. FI-Ware está creado para que las empresas europeas sean capaces de capturar las oportunidades que se nos avecinan y que no sólo sea accesible para unos pocos.

Mejor que yo te lo va a explicar este pod-cast que a mí al menos me ha parecido interesantísimo,

 

Reflexión final

¿Es mejor o peor este internet de las cosas que lo que conocemos hoy día? pues si no fuésemos seres humanos -con las connotaciones positivas y negativas que quieras darle al concepto «ser humano»- yo te diría que un sí rotundo, pero el hombre no ha dado muestras de ser muy inteligente cuando se le ha dotado de poder, generalmente se le ha dado mal uso y deformado la evolución y el progreso a un punto perverso…pero ¿y si le preguntamos a nuestros abuelos que piensan de la multitud de avances tecnológicos que han sufrido y a los que ya no han podido entender ni adaptarse?¿que tal si les preguntas cuándo se era más feliz, hace cuarenta años o ahora?, seguramente te dirá que antes disfrutaban más de la vida, que todo era más sencillo y tú no pensarás igual.

Definitivamente creo que estamos en un momento clave de la humanidad, que en el instante actual nos encontramos como el atleta de salto de altura justo en el gesto de tomar impulso, a las puertas de un absoluto cambio humanístico y un salto hacia el futuro al que nunca antes nos hemos enfrentado. Por eso pienso que todo esto que se nos viene es absolutamente maravilloso, ante el cambio siempre existirán amenazas, pero son tantos los beneficios que nos puede aportar que merece la pena arriesgarse a los inconvenientes y malos usos que le podamos dar.

Sí, creo que el internet de las cosas será uno de los eventos que marcarán el paso del futuro próximo. Pasaremos de tener Smartphones a Smartthings.

Me encantaría saber tu opinión, ¿cómo piensas que nos podrá influir?¿cómo podremos defendernos de esas amenazas?¿que ejemplos de internet de las cosas vives hoy día?, ahora te toca a ti y estoy deseoso de leer tus comentarios en el espacio que tienes más abajo.